martes, 27 de mayo de 2008

TU QUOQUE

Pocas veces me había resultado tan elocuente la portada del panfleto Público. Siempre es así de chillona, o más; pero, sinceramente, creo que hoy ha dado en el clavo, haciéndonos recordar la caída de Julio César por "el bien de Roma y los Romanos"La verdad es que no me sorprende en absoluto la conducta de Elorriaga, indeseable e inoportuno político que ya se encargó de dinamitar él solito las elecciones del 9 de marzo, proclamando que el PP prefería a los indecisos, a los que no votaban. Desde luego, no se puede decir que fueran unas declaraciones muy afortunadas cuando la diferencia de intención de voto rondaba el 2 % a favor del PSOE. Su ingente inteligencia política, además, le llevó decir todas estos sinsentidos en el Financial Times, que no es precisamente una gaceta de barrio. Desde entonces, no entiendo cómo este señor se ha podido mantener durante tanto tiempo en la cúpula del PP.


Hoy representa a Bruto (en todos los sentidos de la palabra), el fiel discípulo, protegido y amigo de Julio César que acabó asesinándole aunque luego se desdijera y traicionara a los propios traidores... No vamos a entrar en teorías conspiratorias, pero no puedo acabar de decidirme entre varias opciones:

1. Elorriaga ya sabía que quería decapitar a Rajoy y por eso le terminó de arruinar la campaña electoral en marzo, haciendo gala de sus profundos conocimientos de estrategia.
2. Se ha sumado a los conspiradores del patriciado. Como ellos, va por la espalda, de manera independiente y rastreramente, pero sin acabar de proponer nada: ni un programa ni un candidato. Los hay, incluso, que se borran del partido cuando no se hacen las cosas como ellos quieren. No encuentro mejor ejemplo de la "crítica destructiva" o de la "irresponsabilidad política".
3. Es el gran tapado, el sucesor de la generación de Aznar, como él mismo indica. Todo será por sus "méritos" dentro del partido, del Gobierno, o simplemente su pedigrí.
En mi opinión, gente así, con un afán de protagonismo desmesurado son quienes sobran en un PP que atraviesa sus peroes momentos gracias a una "oposición" que tira la piedra y esconde la mano, que amaga pero no da, que critica, insulta y veta sin proponer, actuar o mejorar ninguna de las situaciones.
Se podrá estar más de acuerdo o menos con las tesis reformistas o centristas de Rajoy y su equipo, pero es innegable que en este partido unos están trabajando y otros sólo dando voces y destruyendo.

martes, 20 de mayo de 2008

GOEBBELS Y LA PROPAGANDA

En los tiempos que corren, en que todo -desde los periódicos hasta los SMS, pasando por blogs, e-mails, radios o periódicos- nos avasalla en forma de noticia, en forma de mensaje y de persuasión, podemos recordar al indeseable asesino que montó las bases para ello.

Paul Joseph Goebbels, ministro de propaganda Nazi, cojo, feo, cobarde, fanático e inteligente, se las supo ingeniar para que el entramado nazi acabara calando entre el pueblo alemán y mucho más allá: sus aires de grandeza, sus ansias de expansión, su acerado antisemitismo y su odio visceral a quién discrepara de ello.

También supo, llegado el momento, suicidarse junto a su mujer y sus hijos en el búnker de Berlín en cuanto vieron un ruso.

La gran trampa, igual que la comunista, es la de los carteles, los libros y los discursos, y fue Goebbels quien teorizó sobre el tema. Ojo al dato:


Los principios propagandísticos de Goebbels:


Principio de simplificación y del enemigo único: Adoptar una única idea, un único símbolo, e individualizar al adversario en un único enemigo.

Principio del método de contagio: Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; los adversarios han de constituirse en suma individualizada.

Principio de la transposición: Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo al ataque con el ataque. "Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan".

Principio de la exageración y desfiguración: Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.

Principio de la vulgarización: "Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar".

Principio de orquestación: "La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetidas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin tesuras ni dudas. Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad".

Principio de renovación: Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.

El Principio de la verosimilitud: Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.

Principio de la silenciación: Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen al adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.

Principio de la transfusión: Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.

Principio de la unanimidad: Llegar a convencer a mucha gente de que se piensa "como todo el mundo", creando una falsa impresión de unanimidad.
En verdad que es certero, y que sn estos principios los que rigen, desde siempre, la manipulación de las masas.

martes, 13 de mayo de 2008

¿POR QUÉ CON AZNAR SÍ SE PODÍA?

Por primera vez he visto un problema real en el PP. En estos dos últimos meses, he visto alzar la voz a Esperanza Aguirre y su globo sonda, dimitir a Acebes y Zaplana -espléndidos ministros, gestores y diputados, pero demasiado gastados por el "uso"- y a viejas glorias del partido que quizá echan de menos su cuota de pantalla, al igual que ocurre en casi todos los partidos españoles, pero me parecían procesos normales en la necesaria renovación de un partido, capítulos de obligado cumplimiento.

La espantada de María San Gil, a causa de una misteriosa cláusula por la que no pasa, me ha revelado la polarización interna que existe en el partido. Probablemente es a causa de la intención de la nueva ponencia de no mantener actitud distante con los nacionalismos, y aquí se centra uno de los debates, a mi entender, más interesantes del Congreso de junio.
Defiendo a capa y espada la renovación progresiva que se lleva a cabo en el PP, si bien, es cierto, podría haberse comenzado renovando al líder pero, recordemos, nadie, absolutamente nadie, ha querido presentarse como candidatura alternativa.

Recurriré a la clásica comparación con Aznar (no veo más que símiles) : gente nueva, de poca o nula experiencia, lavado de cara de las ideas más arcaicas. Recordemos que estamos en política y que el objetivo de un partido como el PP es ostentar e poder con el Gobierno de España como última meta. Que nadie olvide que Aznar, en su primer mandato -el que acabó de sanear la democracia española- pactó con CiU y PNV y nadie se alarmó en el partido. Lo de la mayoría absoluta de 2000 es un caso muy especial: unas elecciones con la menor participación de la democracia y frente al PSOE más debilitado de su historia democrática.

Por esto defiendo que, sin llegar al ridículo malabarista de ZP -desengañado de cualquier ideal político y sin otros medio y fin que el poder en sí- que llega incluso a bajarse los pantalones literalmente delante de unos o de otros según cómo sople el viento, el Partido Popular puede y debe entenderse con partidos nacionalistas moderados porque es su destino si quiere gobernar España, porque es complicadísimo obtener una mayoría absoluta a medio plazo, aun con los desgobiernos y tropelías del PSOE.
La estrategia, desde luego, no es la del "oro al norte-mañana al sur". Es importante dejar claro cuál es el partido fuerte y mayoritario y no ceder constantemente ante presiones tribales y ambiciones sin límite. Lo que me parece pueril es que un puntal del PP, un símbolo de valentía, moderación y determinación como San Gil, se "borre" por el simple hecho de que se contemple llegar, en un momento, a hablar con nacionalistas de aún-no-sé-sabe-qué, en un incoherente intento de seguir aislando el partido que lleva dos derrotas consecutivas.

No me cabe más que volver a preguntarme: "¿por qué con Aznar sí se podía?"

jueves, 8 de mayo de 2008

DE ISRELITAS A ISRAELÍES

Aprovecho que cumple 60 años para hablar del siempre conflictivo pueblo de Israel. Nunca he estado ni a favor ni en contra de Israel o de Palestina. A veces parece que uno se tenga que decantar de por vida y de manera radical e inequívoca; pero tengo la fortuna, como el 90 % de quien lea este blog, de vivir este conflicto desde muy lejos. Sin embargo, su magnitud, casi inabarcable, hace que no deje de plantearme muchas cosas.


Nos sorprende la cantidad de episodios y vicisitudes de la Historia del pueblo judío.

Israel es un país "mimado" por el gran Lobby Hebreo de los EEUU. Apadrinado en un primer momento por la poderosa Gran Bretaña, la patria de los judíos dispersos por el mundo se hizo realidad a mediados del siglo XX. Hoy es una rica y próspera nación, con uno de los ejércitos más desarrollados y competentes del mundo (y activo, por cierto) y una de las literaturas más prolíficas.
Sus orígenes no son tan claros: "el pueblo elegido de Dios", tras demostrar su valía como pueblo de mercado y negocios a o largo y ancho de nuestro mundo, hipotecar a reyes y emperadores, enriquecerse en tiempos de paz y de guerra, ser secuestrados y esclavizados por asirios, babilonios y egipcios, estar marginados en toda Europa por tracionar a Jesús en el año 33, ser apaleados en pogromos, y ser víctimas del Holocausto nazi, al fin retornó a su viejo hogar.

La solución adoptada no fue brillante: el lugar que habían ocupado sus ancestros hacía 1400 años era una tierra ocupada por etnias y "países" donde convivían todos los tipos de islam posibles, dispuestos a ofrecer toda la hostilidad del mundo a aquellos nuevos ocupantes judíos.

La guerra ha sido constante contra las naciones vecinas, todas de mayoría musulmana. Hoy los malos de la película vuelven a ser ellos, después de haber conmovido a medio mundo. Hoy masacran con sus formidables cazas y sus poderosos tanques y bombarderos a los poblados de alrededor que se defienden con piedras y algún que otro atentado suicida, cuyo sueño es mandar a los "cerdos judíos" a lo más profundo del Mediterráneo. Así son los nazis del siglo XXI.
No obstante, a mi me parece que su gran error es ser el amigo infalible de los Estados Unidos, verdadero ogro de la zona: una zona del mundo en la que siempre ha reinado la intolerancia revestida de fanatismo religioso. Quizá, si Israel no fuera tan amigo de América (quien salvó a Europa por partida doble), la progresía no llevaría hoy Keffiyeh ni mostraría su apoyo absoluto a la "inocente" causa palestina, ni hubiera acaso incluso quien viera parangón entre la Kale Borroka y la Intifada.

Por todo esto y por la condena eterna que sufren los judíos, que sólo han sido bien vistos una vez exterminados seis millones, cabe decir que nadie estará del todo contento con su existencia.
Criticados por dejar masacrarse, , criticados por masacrar, criticados luego por no dejar masacrarse, perseguidos por romanos, babilonios, cristianos, ricos, pobres, zares, nazis, progres.... Criticados, a mi entender, no por ser el pueblo de Abraham ni por circuncidarse o no comer cerdo; más bien por su innegable capacidad de trabajo y superación y su increíle facilidad para producir dinero, el vil metal...

El sino, su sino. De haberlo sabido, creo, nunca hubieran matado a Goliath

martes, 6 de mayo de 2008

LA SOMBRA DE EUROVISIÓN

Dicen ahora los entendidos -o los interesados- que Massiel ganó Eurovisión gracias a un sustancioso soborno del gobierno franquista. Puede que sea mentira, pero el hecho de pensarlo hace temblar los cimientos de nuestra cultura "sesentera".


La Sexta publica esta semana un documental de investigación, de esa investigación tan sextaria, partiendo de un comentario de J Mª Íñigo acerca de ofrecimientos de espacios televisivos y producciones baratas a países vecinos, que el proprio presentador ha desmentido ipso-facto. Afirma el documental que el festival que ganó el La-la-la fue utilizado por el régimen franquista como escaparate y lavado de imagen de cara al exterior.
Los ingleses, grandes derrotados del 68 con el "Congratulations" de Cliff Richard, han sido los más vehementes en las protestas. Sin saber de qué a cuándo, la Pérfida Albión (adoro este nombre) se ha encontrado con una bicoca entre las manos: una sospecha que nunca habían tenido ha ido haciéndose creíble hasta casi llegar a la evidencia. Espero que, de haber soborno, haya prescrito ya, igual que los saslatos de sus piratas en el siglo XVI.

Sin embargo, según Massiel e Íñigo, la gran mano oscura que mueve todo es la cadena de MediaPro, la que se ha permitido a sí misma tomarle el pelo a la TVE y colar a Chikilicuatre para que nos represente. En mi opinión, esta jugada ha sido maestra y aun me hace gracia ver a Buenafuente reírse de lo absurdo de la situación. Su jefe, el multimillonario Emilio Aragón, el ex-payaso malvado, es quien de verdad se frota las manos ante esta bochornosa tesitura, por más cabezas que rueden. Todo vale por la pasta; como muestra: la Sexta.
Tanto le beneficia que se hable constantemente de Eurovisión por eso del morbillo, que no duda en machacar el crédito de otros artistas que fueron y ganaron el concurso. Massiel no es santo de mi devoción, y menos después de cuarenta años de ridículos televisivos, pero no me parece correcto tumbar a un ídolo- que para algunos supuso un empujón definitivo- por el simple hecho de ganar audencia y subir los cachés publicitarios.Lo que en verdad me preocupa como futbolero, ya que esto de Eurovisión no me quita demasiado el sueño, es que MediaPro y sus fabulosos documentales comiencen a difundir que las Copas de Europa del Real Madrid también las pagaba Franco, para indignación de equipos ingleses, italianos y , por supuesto, el Barça. ¡Qué país!