Sorprendiéndome cada vez menos, leo los comentarios de los "tolerantes radicales" en algunos foros y blogs que se refieren a la muerte del mítico Charlton Heston (1924-2008), figura legendaria del Hollywood más dorado, que nos ha dejado tras seis años padeciendo una grave enfermedad degenerativa.
"Un facha menos", "lástima que haya vivido tanto" o "le guarde un sitio a Bush en el infierno" son las joyitas que dejan escritas, repito, los que con tanto ahínco defienden la libertad, la igualdad y la fraternidad (el mismo estilo de Robespierre, sí).
Es inaceptable que a un señor que ha estado casi setenta años haciendo cine, siempre en primera línea, que ha estado comprometido políticamente (con unas ideas u otras) y que forma parte indudable del imaginario colectivo, se le pueda masacrar post-mortem por el mero hecho de que fuera de derechas americanas (republican), de que estuviera orgulloso de ello y de que se encargar de decirlo al mundo sin complejos.
Lo que empezó con el certero pero bodrioso Bowling for Columbine, donde el valiente Michael Moore primero engaña y después intenta ridiculizar a un anciano de ochenta años, acabó por extenderse como una mancha de aceite entre esa "nueva izquierda" decimonónica o decimoctávica que tanto refulge ahora: la de intentar aplastar al que tenga ideas más o menos contrarias a ella.
Habrá tiempo para criticar -yo el primero en cuanto a lo de la National Rifle Assosiation , sus opiniones sobre el cambio climático o la guerra de Iraq-, pero, de momento y por favor, rindámosle un merecido homenaje al que fue un icono del cine americano (el único cine que existía en su época, por cierto), y que, fuera de los estudios, se dedicó a defender y promulgar lo que pensaba, como hicieran Alberti, Buñuel o el maestro Picasso, que en su derecho -y obligación- estaban.
Drink time¡ de Dolores Payás.
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*Dolores Payás* es una escritora, traductora, aventurera y, seguramente,
alguna cosa más, nacida en Barcelona, formada en la UNAM de México, donde
estudió...
Hace 2 años
3 comentarios:
Mi homenaje lo tiene, sin reservas... ni siquiera por presidir la RNA. Distinto es que no haya más cine que el de Hollywood en su época, afirmación con la que no estoy de acuerdo. Gracias a Dios, había el cine de Hollwood, y había buen cine en Europa. Tal vez sea hoy cuando no podamos decir lo mismo, y tal vez ni de Hollywood ni de Europa...
Saludos
Desde luego que había buen cine, buenísimo cine europeo.
Me refería más a un cine de iconos, de grandes figuras con las que identificarse. En eso los americanos siempre han sido mejores. Aquí, en Europa, somos más descreídos (quizá escarmentados ya).
Tampoco hay que rasgarse las vestiduras, hombre... esto del cine va por rachas. Un saludo
Gracias por el comentario..
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