lunes, 14 de abril de 2008

IL CAVALIERE ATACA DE NUEVO

Democracia: Antes, doctrina favorable a la intervención del pueblo en el Gobierno. Ahora, doctrina política favorable a la intervención del Gobierno en el pueblo.


No quién es el autor de esta frase, pero en mi opinión supo resumir en pocas palabras el suceder político de los últimos cien años. Pregúntele a un italiano...

Berlusconi, el hombre más poderoso de Italia, se ha vuelto a hacer con el Gobierno de la nación, y esta vez con mayoría absoluta. Su historia, por todos conocida, es la de un self-made man, un hombre que ha ido creciendo poco a poco y adquiriendo más y más poderes e influencia hasta no faltarle, a día de hoy, más que un notable puesto en la Curia Romana, aunque no creo que llegado el caso se conformara siendo un cardenal cualquiera sino que no pararía hasta ser el Summus Pontifex.
Esta vez la abstención ha sido la protagonista en un país que debe andar asqueado con la política a juzgar por la participación. Todo el mundo, anda indignado por los sobornos, el chantaje y las trampas políticas de Il Cavaliere, pero nadie es considerado capaz de hacerle frente en las urnas, barriend incluso en las regiones nrteñas del país ¿Será posible que año tras año, e incluso sin estar en el Gobierno, él solito y sus mil secuaces sean capaces de amañar el voto de sesenta millones de italianos? Un italiano siempre dirá que sí, pero no se explicará cómo.

Desde hace dos se ha vivido la bochornosa experiencia del gobierno de Prodi, que se alzó con la victoria presentándose como alternativa. Económicamente se hiciern importantes reformas, pero la estabilidad política era el gran objetivo que no se cpudo cumplir. El final de la legislatura prefiero no recordarlo: lonchas de mortadela y vasos de champán volando por el congreso entre gritos e improperios. Quizá la alternativa de Il Proffesore no fue suficiente, como no lo ha sido la candidatura de Veltroni y el PD, que se presentaba allí como Il nuovo ZP.
Aunque no comulgo en absoluto con los modos de Berlusconi, no comprendo la pasividad de un país resignado a que le tomen el pelo. ¿Nadie es capaz de generar más ilusión?¿Es cierto que nadie quiere a Berlusconi pero obtiene mayoría absoluta en las dos cámaras?¿No hay un sólo funcionario honrado en Italia y es verdad que todo, absolutamente todo, está comprado? Si es eso verdad, si cada uno después de votar se lleva su pedacito del pastel, entonces a lo mejor no solamente es culpa suya y es más un problema de conciencia colectiva. O a lo mejor es que, sencillamente, hay más italianos que le votan. Y punto.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Este resultdo me deja pasmada, parece que Italia prefiere malo conocido que bueno por conocer, porque para una vez que se arriesgan va y les sale rana...
No comprendo cómo no hay nadie capaz de ilusionar al pueblo que tanto se queja (y desde hace tanto)de lo que no quiere, o tanta gente y tantos partidos con ideas tan equivocadas capaces de no convencer a nadie, y sea un personaje de conocida fama manipuladora el que llegue al poder otra vez.
Italia necesita un cambio, pero no sólo en su política si no en su actitud. Parece que se conforman y cuando alguno pretende cambiar la situación acaba corrupto igual..., es una desgracia.
Creo que en algún momento estallará la burbuja, porque la situación en la calle no representa la mayoría absoluta obtenida en las urnas y espero que no tarde en hacerlo...

tricesimus dijo...

Bueno, me alegra que tu teclado se vaya quitando las telarañas...
La verdad es que está demostrado históricamente que el poder corrompe, pero sobre todo a los italianos.
El primero, Julio César, que absorbió todos los poderes de la República para hacerse "Imperator"; la increíble corrupción de la Iglesia en el vaticano de la E.Media; después, las intrigas de los príncipes y las ciudades rivales en la Edad Media y Renacimiento. Últimamente los tentáculos de la mafia Siciliana acabn por comerselo todo. ¡País!